Anorexia: tipos, diagnóstico y tratamiento

En medicina cuando se habla de anorexia se hace referencia a la falta de apetito. Puede ocurrir por varios factores, por ejemplo a causa de una o varias enfermedades o por distintas situaciones que debemos enfrentar a diario.

Anorexia Nerviosa
Anorexia Nerviosa

En este artículo vamos a centrarnos en la «anorexia nerviosa», que no es un síntoma sino un trastorno de la alimentación. La persona que la padece tiene una obsesión por su peso y por su figura; siempre se ve gorda aunque la balanza le indique lo contrario. Tiene una visión distorsionada de su cuerpo, mientras más delgada está más gorda se ve.

La anorexia nerviosa es un trastorno mental muy grave que requiere tratamiento médico ya que las consecuencias son devastadoras. La inanición de alimentos llega a tal punto que se restringe incluso la ingesta de líquidos. Esto puede provocar una deshidratación severa afectando gravemente los riñones, la frecuencia cardiaca y la presión arterial bajan aumentando el riesgo de una falla cardiaca.

Otras consecuencias son la pérdida de masa muscular y la infertilidad. Estas son provocadas por los desequilibrios hormonales que alteran el ciclo menstrual y también provocan alto riesgo de padecer osteoporosis. En definitiva afecta el normal funcionamiento de casi todos los órganos.

Impacta negativamente en la autoestima de la persona que la padece y en todas la relaciones familiares, laborales y académicas. Afecta también la vida social porque evitan comer con la familia o salir con amigos para evitar ser juzgados por sus hábitos alimenticios.

Subtipos de anorexia nerviosa

La anorexia restrictiva: se caracteriza por periodos de privación de alimentos con el fin de bajar de peso, excesiva practica de ejercicios e incluso ayunos prolongados.

Anorexia restrictiva

La anorexia compulsiva o purgativa: Las personas recurren a los atracones y a la purga. Esto decir que se provocan vómitos o recurren a la utilización de enemas o diuréticos para provocar la evacuación intestinal. (Bulimia)

La anorexia compulsiva o purgativa también se conoce como "Bulimia"
La anorexia compulsiva o purgativa también se conoce como «Bulimia»

Son varios los factores que favorecen el desarrollo de la anorexia nerviosa; obesidad propia o de un familiar, baja autoestima, ansiedad, depresión, etc. Además del culto que se le rinde en la actualidad a la delgadez a través de los medios de comunicación, redes sociales y distintas plataformas donde nos muestran anuncios con modelos, artistas, actrices o deportistas híper delgadas, que son las más propensas a sufrir este trastorno.

El 95 % de las personas que padece este tipo de anorexia son mujeres. Aunque cabe destacar que en los últimos años han aumentado la cantidad de casos en hombres. La anorexia nerviosa es una enfermedad que pone en serio riesgo la salud física y mental, incluso, la vida de las personas.

En los ultimos años han aumentado los casos de hombres que padecen de anorexia
En los ultimos años han aumentado los casos de hombres que padecen de anorexia

Diagnóstico y tratamiento

Quienes padecen este trastorno no son capaces de reconocer su problema con los alimentos y no ven su delgadez. Suelen irritarse fácilmente si alguien les habla sobre el tema. Cuando van a la consulta con el médico lo hacen por alguna de las consecuencias de la anorexia nerviosa, por ejemplo acuden al ginecólogo por la falta de la menstruación.

No resulta fácil diagnosticar esta enfermedad debido a que el paciente trata de ocultar el verdadero problema. Por eso resulta muy importante que la familia forme parte de todo el proceso. Lo primero que debe hacer es visitar a su médico de confianza quien lo derivará a los especialistas que correspondan (ginecólogo, endocrinólogo, psiquiatra, etc.). Precisamente seran ellos quienes le indicarán el tratamiento adecuado para su caso.

El apoyo de la familia es muy importante en el tratamiento de la anorexia
El apoyo de la familia es muy importante en el tratamiento de la anorexia

El tratamiento puede ser ambulatorio o con internación de día, siempre y cuando el paciente muestre buena predisposición y la familia sea un buen apoyo. Tiene una duración de entre 4 o 5 años, dependiendo de la gravedad del cuadro.

En algunos casos incluye terapia familiar, ya que hay que “re educar” al paciente en nuevos hábitos alimentarios. Además, vigilar que coma las cinco comidas diarias, restringir la práctica de ejercicios, contenerlo en momentos de crisis, etc. Si por el contrario ha tenido algún episodio psiquiátrico grave, como intento de suicidio o abuso de alguna sustancia, o no tiene buena contención familiar, necesitara hospitalización.

Siempre es importante destacar que el amor de la familia es fundamental para superar cualquier situación que debamos enfrentar en la vida.

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