Insomnio… un trastorno mas frecuente de lo que se cree.
El insomnio es un trastorno del sueño que impacta de manera negativa en el descanso adecuado de las personas. Los síntomas que lo caracterizan son: dificultad para conciliar o mantener el sueño.
Las personas que sufren de insomnio manifiestan falta de sueño, despertarse frecuentemente durante la noche, y al día siguiente tienen la sensación de no haber descansado o despiertan demasiado temprano.
El insomnio aparece como resultado de la combinación de ciertos factores y afectan cada día a mayor cantidad de personas
Hay que diferenciar el Insomnio Transitorio del Insomnio Crónico. El primero tiene una duración de menos de cuatro semanas. El segundo es un insomnio a largo plazo que se da cada noche y puede durar años.
Es una problema que preocupa mucho en la actualidad, porque el insomnio deteriora la calidad de vida de quien lo padece. Durante el día no logra concentrarse, se torna irritable, depresivo, somnoliento, y con una sensación de fatiga cada vez mas crónica. Estos efectos son evidentes luego de pasar muchas horas sin dormir aunque no sienta sueño. Esto se debe a que a causa del insomnio algunas neuronas se desconectan y otras no.
La mayoría de las personas piensa que cuando el cuerpo descansa el cerebro también lo hace, pero esto no es así, porque durante el sueño el cerebro realiza un trabajo de reparación del desgaste diario, eliminando toxinas, reafirma lo aprendido durante el día, etc. Aunque las horas de sueño varían de una persona a otra los especialistas recomiendan dormir entre 7 y 8 horas para levantarnos activos y descansados.
Hoy en día son muchas las preocupaciones que nos aquejan, vivimos estresados, ansiosos y por consecuencia nos desvelamos. Pero son muchos los factores responsables del insomnio: Estrés, ansiedad, problemas económicos, consumo de café, alcohol, drogas, dormir siestas o hacer ejercicios antes de acostarse. También influyen la contaminación lumínica, el uso de dispositivos electrónicos justo antes de irse a dormir, ciertas patologías neurológicas, cardiovasculares, apnea del sueño u otras causas medicas.
La menopausia y el embarazo también pueden causar insomnio.
Algunos especialistas revelan que aproximadamente el 95% de los adultos padeció alguna vez insomnio, aunque solo el 5% ha visitado al médico.
Los tratamientos que podemos mencionar son los siguientes:
Tratamientos no farmacológicos para el insomnio
Cambiando algunos hábitos lograremos combatir o prevenir el insomnio, mejorando notablemente la calidad de sueño y de vida.
Podrías empezar por establecer una rutina saludable, fijando horarios tanto para acostarte como para levantarte. Esta es la mejor manera de lograr que el sueño se convierta en un hábito.
Puedes leer un libro o tomar una ducha tibia. Evitar ruidos y bajar la intensidad de la luz te ayudarán a relajarte. También podrías utilizar algunas técnicas de respiración y relajación.
No utilices el dormitorio como lugar de trabajo, no veas televisión ni comas en la cama, procura utilizarla solo para el reposo.
Evita el tabaco y el café, son excitantes, al igual que el alcohol y las bebidas energizantes.
Cuando el insomnio es producto de alguna enfermedad, tratar dicha patología nos ayudará también a lograr una mejor calidad de sueño.
No duermas siestas o si lo haces no deben superar los 20 minutos. Debemos procurar no restarle horas de sueño a la noche.
Estas pautas han sido muy eficientes para lograr no solo conciliar el sueño sino también para mantenerlo, con resultados a largo plazo. Estas técnicas no son milagrosas pero ayudan bastante a prevenir el insomnio.
Tratamientos farmacológicos
El paciente debe acudir a un especialista, quien deberá identificar las causas que originan el insomnio y evaluar si es necesario la utilización de fármacos y deberá decidir cuales serán los mas apropiados para cada caso. Hay que tener en cuenta que la mayoría de estos producen adicción o tienen efectos secundarios graves; por ello la ingesta de estos medicamentos no deben superar los tres meses. Por esta misma razón se recomienda no tomar “pastillas para dormir” sin la prescripción medica.
Otra alternativa para ayudar a combatir el insomnio es la utilización de plantas medicinales.
Algunas de estas plantas son:
Valeriana: esta planta actúa como sedante y relajante.
Amapola de California: posee propiedades relajantes.
Pasiflora o flor de la pasión: un sedante natural que ayuda a mantener el sueño.
Estos tratamientos alternativos no tienen efectos secundarios por eso tienen mucha aceptación en la actualidad.
Debemos tener en cuenta que el sueño es una prioridad y está por encima de cualquier otra actividad.