Los «moais» son estatuas sagradas gigantescas ubicadas en Isla de Pascua en Chile; oficialmente su nombre es Rapa Nui.
Para los habitantes de la isla los moais son un legado cultural. En el idioma nativo estas estatuas se llaman Moai Aringa Ora lo que significa “el rostro vivo de nuestros ancestros”.
La creencia popular establece que los Moais tenían el poder de canalizar la energía de los ancestros muertos, atrayéndolos a la tierra para protección de sus familias.
Son 900 estatuas aproximadamente. La mayoría de ellas; unas 400; están cerca del volcán Rano Raraku donde fueron construidas. Alrededor de 300 están de pie sobre una plataforma de piedra conocida como Ahu. Este era un sitio ceremonial donde los pascuenses rendían culto a los ancestros. Las demás se encuentran repartidas por la isla.
Origen de los moais
Nadie conoce realmente el origen de los Moais. Algunos aseguran que cuando los polinesios descubrieron la isla y la colonizaron introdujeron estas estatuas. Esta teoría tomó fuerza cuando en las islas Marquesas y Tahiti, cercanas a la Polinesia, encontraron estatuas similares.
Otros creen que los nativos de la isla utilizaron un tipo de piedra volcánica para esculpir las estatuas directamente sobre la roca, y luego las desprendían y la trasladaban. El tiempo que tardaban los escultores en terminar un moai era de aproximadamente dos años.
El misterio que perdura hasta nuestros días surge entorno a como los isleños trasladaron estas gigantescas estatuas desde las canteras hasta el lugar donde serian enterradas. Pudieron utilizarse cuerdas que eran colocadas en la cabeza del Moai y los hombres se disponían a la derecha y a la izquierda, tirando de las cuerdas de un lado a la vez provocando un balanceo logrando que dieran “pequeños pasos”, aunque esto es poco probable porque las distancias que debían recorrer eran enormes.
Otra teoría mas factible y aceptada asegura que los moais eran tumbados sobre unos trineos de madera, ubicados sobre varios troncos que funcionaban como “ruedas” para lograr desplazarlos. Ahora bien ¿Por qué debían recorrer tantas distancias para erigir la escultura?. Estudios recientes revelan que los moais fueros colocados estrategicamente para marcar los sitios donde había agua dulce indispensable para la vida en este sitio tan remoto.
Caracteristicas y tipos de figuras
Las figuras que tienen su tronco enterrado dejando ver solo sus cabezas, son las más abundantes, pero cada moai tiene un tamaño y peso diferente, algunos de ellos son: El Moai cuellos torcido, el Moai arrodillado, el Moai con Pukao (una especie de gorro rojo sobre la cabeza construido en piedra de varias toneladas), solo los que están en la plataforma ceremonial lo llevan.
El más grande terminado mide 9 metros y pesa más 80 toneladas. Lamentablemente se encuentra roto, dividido en tres partes, sobre la superficie de la isla. El mas pequeño tiene 3 metros de altura y 4 toneladas de peso, pero la altura promedio de los Moais es de 4,5 metros y un peso de 5 toneladas.
Aunque cabe destacar que el más grande de todos no está terminado (continua anclado a la roca de origen). Mide 21 metros con un peso aproximado de 200 toneladas. También esta el denominado Piro Piro, que tiene 11 metros en total. De este sobresale solo la cabeza que mide 4 metros y el resto está enterrado.
Otra particularidad de los moais que estaban sobre los Ahu (plataforma ceremonial) es que son los únicos que tenían ojos. Estos estan hechos de coral blanco con pupilas de obsidiana o escoria roja; se dice que a través de ellos los ancestros podían canalizar la energía protegiendo a los seres queridos y a la isla. Por esta razón los moais miran hacia la isla y no hacia el oceano pacífico.
Cuando estallo la guerra civil entre tribus, debido a la superpoblación, todos los moais fueron derribados. Los que hoy vemos llenos de esplendor fueron restaurados. Ahu Ko Te Riky es el único moai con ojos y también fue restaurado en base al único ojo que fuera encontrado en 1978 y se encuentra en el Museo Antropológico Hanga Roa, en el centro urbano de Rapa Nui.
Miles de turistas cada año visitan la isla para conocer y descubrir una cultura ancestral fascinante.