Existen tantos tipos de miel como diversidad de usos. Desde la antigüedad el hombre ha recolectado y consumido este alimento natural y saludable.
La industria farmacéutica es una de las que ha sabido aprovechar sus beneficios para la salud. Ofrecen en el mercado remedios para la tos, infusiones para la gripe, caramelos para suavizar la garganta, propóleos y polen. La cosmética no se queda atrás, han fabricado infinidad de productos utilizando como materia prima la miel, como champús, tratamientos capilares, cremas, mascaras faciales… las casas naturistas también ofrecen infinidad de opciones para beneficiarse de las bondades de este maravilloso producto.
La miel es la mejor alternativa al tradicional azúcar, pero según su procedencia ofrece múltiples cualidades nutricionales, curativas y medicinales.
Tipos, usos y propiedades
Miel de ecualiptus: Posee efectos balsámicos, antisépticos, expectorante y antitusivo. Alivia resfríos, catarros, tos seca, faringitis, sinusitis, también alivia problemas urinarios.
De tilo: Posee propiedades sedantes, relajantes y antibacterianas. Indicada contra gripes, resfríos y bronquitis. Brinda muchos beneficios a la salud; trata la ansiedad, calma los nervios, baja la presión arterial y ayuda a conciliar el sueño.
Miel de tomillo: Antibacterial y antioxidante. Indicada especialmente para tratar todo tipo de afecciones respiratorias, mejora problemas de la boca y encías como aftas o gingivitis, sirve también para mejorar el funcionamiento del aparato digestivo, regula la presión arterial, la menstruación y problemas hepáticos. Suele ser aplicado en tratamientos de belleza y mascarillas faciales, previene y reduce arrugas.
Otro tipo de miel es el de acacia: Tiene efectos relajantes, reconstituyentes y laxantes. Esta indicada para combatir el estreñimiento y el transito lento. Calma la ansiedad y los nervios como asi también normaliza la acidez y favorece la digestión. Esta miel la toleran muy bien personas con diabetes y los niños, aunque se recomienda no usar en niños menores de un año.
De espliego o lavanda: Proporciona infinidad de propiedades, relajante, antiséptico y bactericida. Por lo que es muy recomendada para estados gripales y congestiones nasales; alivia estados de irritabilidad, taquicardia y migrañas. También esta indicada para quemaduras solares y picaduras de insectos.
La clasica miel de romero: Es rica en hierro y excelente para tratar tanto anemias como sangrado abundante, además ayuda a mejorar la memoria. Es muy apreciad por su efecto digestivo, alivia ulceras y resulta un buen estimulante hepático.
Miel de azahar: Sus propiedades cicatrizantes, relajantes, y antibacterianas hacen de este tipo de miel un alimento ideal para reforzar el sistema inmune. Contiene una elevada concentración de minerales, además tiene fructosa y glucosa, lo que lo convierte en un perfecto endulzante natural, ideal para sustituir el azúcar.
Otros tipos de miel menos conocidas
Menos conocida es la miel de trébol: Con propiedades energizantes, ideal para consumir en época de exámenes, mejora la memoria y ayuda a combatir la fatiga.
De encina: Este tipo está especialmente indicada para personas con anemias ya que tiene un alto contenido en hierro, además para indigestiones y diarrea.
De quillay: Es un tipo poco conocida, pero con múltiples propiedades. Procede de Chile, Argentina y Uruguay. El uso debe ser únicamente externo ya que si se ingiere puede resultar toxica. Debido a sus propiedades astringentes se utiliza en preparados cosméticos para combatir la seborrea, piel grasa, eccemas y dermatitis.
De manuka: Cicatrizante y antibacteriana, alivia dolores de estomago, de garganta y reduce el colesterol. Las propiedades de este tipo son numerosas; alivia alergias, combate la gingivitis, regenera y tonifica la piel y además reduce la caída del cabello. Procede de Nueva Zelanda y para muchos es la miel más cara y saludable del planeta.
De castaño: Rica en vitamina C, fósforo, calcio, potasio, magnesio y antioxidantes. Colabora en la regeneración de tejidos intestinales y ayuda a la buena circulación sanguínea y también fortalece los músculos.
La miel no tiene fecha de caducidad, puede cristalizarse y oscurecerse y no perderá sus propiedades, la pones en agua caliente y estará lista para el consumo.